Existen muchas razones por las cuales estudiar en el extranjero durante tu enseñanza media. A pesar de que en un principio pueden existir dificultades propias de adaptación, a la larga los beneficios terminan por superar los inconvenientes.
Estudiar más allá de las fronteras: una experiencia de crecimiento personal
A continuación, te contamos las 8 ventajas de participar en un programa de intercambio al extranjero:
1. Aprendizaje intercultural
Hacer un intercambio te permitirá salir de tu zona de comodidad para sumergirte de lleno en una nueva cultura. Viviendo esta experiencia podrás comprender nuevas tradiciones, costumbres y formas de vida, lo que enriquece tu capacidad de adaptación, tolerancia, respeto por los demás y eleva el nivel de pensamiento crítico sobre ti mismo y lo que te rodea.
2. Ganas confianza
La inseguridad, incertidumbre e incluso el miedo, son sensaciones que se experimentan en un inicio en los viajes de intercambio estudiantil.
Sin embargo, con el tiempo irás encontrando tu espacio y lugar en un país del que no tenías conocimiento. Lo anterior, provoca la adaptación paulatina con la respectiva confianza y optimismo que nos permitirán desenvolvernos con naturalidad.
3. Manejo de un nuevo idioma
Un viaje de estadía y estudio a otro país no sólo consiste en asimilar nuevos conocimientos e información, sino que también incrementa nuestras habilidades en el dominio de un nuevo idioma. Aprender una nueva lengua te ayuda a poder comunicarte de forma más fluida con personas de todo el mundo, además de profundizar en las tradiciones de diferentes culturas. Por otro lado, hablar otras lenguas aumenta las posibilidades de encontrar empleo en un 40%.
4. Desarrollo de una nueva forma de vida
La reflexión y el auto análisis son elementos que se refuerzan en los viajes de intercambio estudiantil. El mantener una cierta distancia con los hábitos que solías llevar te permite dialogar contigo mismo y pensar en todos esos aspectos que nos interesa modificar o erradicar, para así desarrollar una nueva forma de vida más consistente y fidedigna con lo que de verdad queremos.
5. Independencia, madurez y autonomía
Los alumnos que deciden irse al extranjero ganan independencia y autonomía respecto a sus propias decisiones. ¿Por qué razón? Aunque el estudiante está a cargo de una familia anfitriona que tutela por sus necesidades, ya no hay padres que tomen las decisiones cotidianas por ellos, por lo que los jóvenes deben hacerse cargo de sí mismos en todo momento, con la responsabilidad que lo anterior significa.
6. Conexión con personas
Conocer y compartir con nuevas personas ampliará tu horizonte de pensamiento y te ayudará a desarrollar la comunicación y la empatía. Existen muchos estudiantes de todo el mundo que seguramente están viviendo el mismo proceso, por lo que formar parte de esa comunidad intercultural es una instancia de vínculo y unión.
7. Evaluación sobre el futuro
Con este tipo de programas, podemos hacernos una idea de la profesión que queremos tener en un futuro no tan lejano. Incluso, proyectar a mediano plazo sobre el posgrado que queremos cursar en el país en el que residimos en ese momento nos dará un objetivo y una meta que cumplir.
8. Descubrir nuevos lugares
El mundo está lleno de paisajes y lugares extraordinarios que vale cualquier esfuerzo por conocer. Estudiar en el extranjero es una manera de eliminar las barreras geográficas que nos impiden acceder a ellos.
Los viajes de intercambio al extranjero son, sin duda, una excelente oportunidad de crecimiento personal y profesional que promueven positivamente aspectos cruciales para nuestro desarrollo como seres humanos y ciudadanos globales.