Debido a sus múltiples beneficios, el intercambio estudiantil ha aumentado su popularidad durante el último tiempo. Sin embargo, los estudiantes que se van a cursar aprendizajes en el exterior no son los únicos que experimentan las ventajas de la interculturalidad. Si tu núcleo doméstico decide ser familia anfitriona, es decir, recibe a un extranjero en su hogar, como hermano anfitrión podrás disfrutar de una serie de aspectos positivos que te ayudarán a crecer personalmente.
A continuación, te contamos acerca de las virtudes de tener un hermano proveniente de otras latitudes:
Aprender otro idioma
Una de las motivacions de las personas que viajan a otro lugar en un intercambio es aprender un segundo idioma. Pero, no olvidemos que quienes reciben al estudiante también tienen la oportunidad de poder asimilar su lengua. De esta forma, podrás experimentar dinámicas de aprendizaje recíprocas y expandir el conocimiento de tu propio idioma, ya que al momento ayudar a tu hermano extranjero a aprender español, te darás cuenta del dominio que tenemos del lenguaje nativo.
Formar aspiraciones de carrera y vida
Al recibir a un estudiante de intercambio se crea una cercanía con la familia, sobre todo entre hermanos, ya sea porque comparten habitación o por la proximidad de la edad. Para muchos, esta experiencia es tan significativa que despierta un interés por conocer las culturas del mundo. Potencialmente, lo anterior puede darte la motivación para estudiar alguna carrera relacionada a los estudios internacionales o idiomas.
Conocer una nueva perspectiva
Como familia anfitriona podrás contar sobre las costumbres y la historia de Chile. Y así como tú podrás entregar conocimientos, la persona que vaya a vivir a tu hogar podrá enseñarte sobre las costumbres, comida, tradiciones y cultura de su país.
Lo anterior permitirá que conozcas y entiendas nuevas perspectivas. Esto permite desarrollar la capacidad de escuchar, el espíritu crítico y la tolerancia, debido a las diferencias y a las nutritivas conversaciones que puedan generarse. También podrás conocer sobre la geografía del país del nuevo integrante y tener una perspectiva global del mundo, que se compone de distintas formas de pensar.
Lazos permanentes
Ya sea si recibes a un estudiante por un semestre o un año, los vínculos que se forman serán tan importantes que tu abanico de seres queridos se amplió para siempre. La convivencia diaria, conversar e involucrarse en la vida del nuevo integrante de tu familia te ayudará a profundizar lazos de cercanía y amistad.
Desde tomar un café o invitarlo a conocer tu ciudad, los estudiantes de intercambio suelen tener una disposición y mente abierta, por lo que siempre se generarán instancias de interés en aprender y conocer, sobre todo a los miembros de su nueva familia.
Es así como ser familia anfitriona trae una infinidad de beneficios, tanto para sus miembros como para quienes llegan como estudiantes de intercambio. Si estás pensando en esta opción o te gustaría ser parte de la experiencia de recibir a un estudiante, no dudes en hacerlo, te sorprenderá lo gratificante que puede ser para ti y tu entorno familiar.